Los perros pueden sufrir de alergia al polen igual que las personas, y se manifiesta por un lagrimeo excesivo de los ojos y estornudos debido a la inflamación de las membranas mucosas de la nariz. Encontrar el mejor remedio no es fácil, pero un veterinario ,a fuerza de probar, puede descubrir alguna forma de terminar con el problema.
Caspa:
Puede indicar que se necesita una dieta más rica en grasa. Se puede añadir un poco de aceite vegetal en cada comida del perro o darle cápsulas especiales de aceite.
Causado muy a menudo por la dieta, el estreñimiento se puede corregir alterándola. Ofrece al perro comida húmeda en vez de sólo pienso seco, y también verduras verdes poco cocidas. Una cucharada de aceite puede también ayudar a activar el intestino.
Golpe de calor:
Un perro siempre debe tener acceso a zona de sombra y nunca se tiene que dejar en un coche, sobre todo si hace calor, ni siquiera con las ventanillas abiertas. En el golpe de calor, la temperatura corporal del animal sube muy deprisa, lo que puede causarle la muerte. Entre los síntomas del golpe de calor se encuentran los vómitos, la diarrea y el colapso. Para bajar la temperatura corporal, hay que sumergir al perro en agua fría hasta el cuello, o ducharlo con agua corriente. Si no hay forma de conseguir tanta agua, habrá que echarle por encima la que se tenga. Es un caso de urgencia veterinaria.
Problemas cardíacos:
Aunque es muy raro que un perro se muera de un ataque al corazón, sí que puede sufrir una enfermedad cardiaca, como una obstrucción repentina o gradual del flujo sanguíneo hacia el cerebro, lo que ocasiona un colapso, con desmayo. Se suelen recuperar en cuestión de segundos y entonces tienen que respirar aire fresco. En los problemas coronarios, causados por un aporte deficiente de sangre al músculo cardíaco, el tipo de colapso es diferente: los miembros suelen quedarse rígidos y el perro no pierde la conciencia. En ambos casos hay que ir al veterinario.
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